Ensayo Intercultural

“LA LITERATURA NO ES SOLO ESCRITURA, SON LETRAS VIVAS QUE NOS PIDEN AUXILIO AL VER QUE SUS PÁGINAS NO SON SUFICIENTES PARA PLASMAR LAS CONFRONTACIONES DE UN PAÍS”

José María Arguedas fue el máximo exponente de la novela indigenista del siglo XX. Publicó Yawar Fiesta en 1941, Ríos Profundos en 1958 y El Sexto en 1961. La literatura fue una de sus principales evidencias para manifestar a través del español las injusticias y abusos que vivían los indios, quienes estaban sometidos ante el poder de la cultura hispanoamericana. Por otra parte mostró un sentimiento especial por la lengua quechua, de modo que en sus obras no buscaba el uso de un estilo formal, sino dar a conocer que estas dos lenguas al fusionarse, podrían dar un resultado inaudito. Actualmente vemos plasmados ciertos comportamientos hostiles, que nos hace pensar que aún seguimos viviendo en aquella época donde el mundo estaba plagado de odio y racismo. Por esta razón las novelas Yawar Fiesta, Ríos Profundos y El Sexto son motivo para realizar una reflexión profunda sobre los problemas de un país tan segmentado como el nuestro.

Yawar Fiesta se desarrolla en un contexto que muestra la cruel marginación  de las sociedades dominantes hacia los indios. Esta novela nos permite darnos cuenta que los prejuicios vienen desde tiempo atrás, que a pesar de ser un país multicultural y plurilinguista, no apreciamos lo que nos pertenece teniendo como resultado la desaparición de nuestra lengua materna. Según Batalla (2003) es por nuestra desgracia o por nuestra ignorancia que la lengua quechua, así como las tradiciones y costumbres de ella, se están extinguiendo, el castellano lo hablan el 83,9% de los habitantes mientras que el quechua el 12,2% en conjunto.  

Asimismo si analizamos la invasión de los mistis a Puquio, vemos que buscaban imponer la cultura hispanoamericana en lugar de la indígena, haciendo valer las riquezas que poseían y los cargos que ejercían, provocando el miedo y autoridad ante los indios, suscitando que ellos no exijan el respeto hacia sus derechos aun cuando pasan por encima de su integridad física y psicológica, engendrando problemas en las relaciones sociales. Incluso, las investigaciones respecto al tema, sostienen que la intolerancia racial provoca muchas de las crisis humanitarias actuales. No obstante, la diversidad racial no puede ser motivo de marginación.

Por otro lado, en Ríos Profundos hallamos hondas raíces autobiográficas, en el cual Arguedas se internaliza en el personaje de Ernesto, él acompaña a su padre a realizar un viaje por diversas ciudades del Perú, buscando una estabilidad económica y al igual que él termina insertándose involuntariamente a un mundo desconocido, en la actualidad las personas que no tienen empleo buscan oportunidades fuera de su ciudad natal y cuando se las dan son discriminados por su cultura, causando  en ellos la inseguridad de hacer prevalecer la herencia de su raza. Como dice Pinilla (2007), “La marginación de razas, tiene como efecto la desaparición de la identidad cultural en los indígenas, que vienen de otros lugares del Perú, hacia la capital”.

En este mismo enfoque podemos encontrar la problemática ciudadana. Por ejemplo, Abancay fue una ciudad muy injusta, las personas priorizaban más las riquezas que obtenían de las actividades económicas por medio de los indios, sin importarles a lo que estaban expuestos cotidianamente. José María Arguedas, siempre manifestaba "La tierra es de quien la trabaja, pues Perú es nuestra tierra pero dejamos que países extranjeros las exploten y a nuestros compatriotas no podemos decir que Perú es de nosotros pero, los indios sí pudieron decirlo porque eran ellos quienes conocían y trabajaban las tierras peruanas".

Arguedas tiene un gran mensaje multicultural en sus variedades de obras, es un caso muy interesante de escritor entre dos culturas, dos tradiciones que están muy presentes, a veces integradas y a veces en una confrontación dramática.

Por añadidura, el mismo autor define al Sexto como una escuela del vicio, pero a la vez como una escuela de generosidad. Y es que en ese lugar el escritor encontró lo peor de la sociedad, no obstante la esperanza de quienes luchaban por cambiarla, sufriendo no solo la privación de la libertad sino de torturas y sufrimientos. Al margen de las menudas disputas doctrinarias que se da entre los presos políticos, existen ideales comunes que en determinados momentos hermana a todos ellos, en temas como la lucha contra una dictadura totalitaria y el deseo por implantar en el país la justicia social. A pesar de lo mal que nos vaya siempre existe el deseo de luchar por superarnos, por afrontar mejor los problemas y enfrentar las malas situaciones.

Sin embargo, estas novelas no solo presentan enfrentamientos o pugnas, también revelan un mensaje multicultural, ya que las personas realizaban una lucha permanente en busca de unidad, respetando las diferencias. Pese a que los indios eran discriminados, ellos mantenían el coraje y la pasión de defender su civilización dándole valor al trabajo colectivo, pues su colaboración era símbolo de que su fuerza de voluntad iba a derrumbar los muros impuestos por las sociedades dominantes, ellos tenían una meta fija, que más tarde fue llamada la revaloración del hombre auténtico del Perú.

Esto lleva añadir que el mundo emergente no tiene razón  de ser, pues toda su estructura  está  manchada  por todo lo  negativo que uno  pueda imaginar, y peor todavía, no se ataca a un objetivo o material, sino al mismo hombre intentando invalidar su propia razón de ser.

Aún sigue la marginación de razas pero, nosotros en la actualidad no hacemos nada para que eso culmine, somos nosotros mismos quienes nos marginamos, porque no queremos darnos cuenta de lo maravillosa que es nuestra raza, tradiciones, lenguas y costumbres. Se debería cambiar esa discriminación, para que nuestras culturas prevalezcan porque a pesar de ser uno de los países con más historia lamentablemente no la valoramos y se va perdiendo.

El destino del Perú depende que no se siga precipitando las mismas costumbres extranjeras sino que integre su herencia comunitaria, que es el patrimonio más rico de la historia. Así como gritamos con tanta euforia un gol que hace Perú a cualquier otro país, así debemos de defender cuando alguien crítica o margina nuestro país. Basta ya de tanta mezquindad de unos a otros, todos somos un solo país y todos tenemos en nuestra sangre la raza india. Pongámonos la identidad cultural en nuestros corazones, para poder proteger el legado literario como revaloración cultural en nuestras vidas, de forma que practiquemos medidas que pueden servir como punto de partida en este camino: crear el contexto cultural en cada hogar, inventarnos palabras usando mezclas de dos idiomas, participar en actividades culturales comunitarias, entre otros. De esta manera nos vamos relacionando con otras culturas de modo que va fortaleciendo los rasgos que nos caracterizan como persona y en relación a nuestra identidad multicultural. Lo importante es estar en contacto permanente con nuestra herencia cultural e ir construyendo ese sentido de pertenencia.  La cultura es la suma de todas las formas de arte, de amor y de pensamiento, que, en el curso de siglos, han permitido al hombre ser menos esclavizado.